La inteligencia emocional fue definida por primera vez por los investigadores Peter Salovey y John D. Mayer como “la habilidad de controlar nuestras emociones, y las de los demás, discriminar entre ellas, y usarlas para guiar nuestro pensamiento y nuestras acciones”.
Desarrollar y controlar nuestra inteligencia emocional nos ayudará a controlar mejor nuestras acciones, cómo los demás reaccionan a ellas, y cómo nosotros reaccionamos a los demás.
Esto nos ayuda a crecer como personas y a mejorar nuestras relaciones interpersonales, sin embargo, decirlo es mucho más fácil que hacerlo, y es por eso que a continuación presentamos 10 claves para desarrollar la inteligencia emocional.
- Interésate en conocer lo que ocurre contigo mismo: Todo comienza por la voluntad de auto conocerte para así poder descubrir y analizar tus sensaciones y emociones sin juzgarlas.
- No tengas miedo a sentir y expresar tus emociones: Las experiencias negativas que vivimos nos empujan a encerrarnos y tratar de aislar las emociones para protegernos. Debemos ser capaces de conectar con esas emociones y entender cómo influyen en nosotros, para así poder analizar su origen.
- No te sientas mal por tus emociones: La única función de las emociones es darte información sobre lo que está ocurriendo para poder reaccionar. Generalmente se habla de cuatro emociones principales: Miedo, Enfado, Alegría y Tristeza, de las cuales se desprenden otras emociones secundarias. No consideres tus emociones como algo bueno o malo, si no como elementos que te ayudan a ser más consciente de ti mismo.
- Identifica los pensamientos que vienen acompañados de esa emoción: Muchas veces la rabia, el miedo o la alegría vienen acompañados de pensamientos como sentirse culpable de algo, recriminarse por algo que pasó o estar muy feliz por alguien más, hay que enfocarse siempre en los aspectos positivos.
- Controla lo que piensas en momentos de grandes emociones para no actuar incorrectamente: Muchas personas al experimentar fuertes emociones, pueden llegar a comportarse de manera errónea y a no controlar sus actos. Recuerda que no puedes evitar la emoción, pero si puedes controlar como respondes a ella.
- Busca el “Por qué” de las otras personas: Uno de los errores que cometemos es juzgar las reacciones de los demás, sin darnos cuenta que detrás de cada reacción hay mucho que no sabemos, hay que tratar de entender qué sentimientos pueden haber detrás de una reacción, para así poder entenderlas mejor.
- Lleva un diario donde anotes tus emociones: Una manera práctica de mejorar tu inteligencia emocional es llevar un diario donde ir anotando todas tus emociones diarias y el origen de estas. Estudios han determinado que este ejercicio reduce la actividad de la amígdala, responsable de la intensidad emocional.
- Utiliza esas emociones para relacionarte: Puedes mejorar tus habilidades sociales expresando tus emociones a los demás, una expresión emocional sana nos provee un bienestar psicológico importante.
- Muestra empatía y presta atención a las emociones de los demás: Mostrarnos con una actitud compasiva y empática hacia nuestro entorno nos ayuda a desarrollar nuestra inteligencia emocional y nos hace más felices. Siempre que no nos olvidemos, primero, de atendernos a nosotros.
- Disfruta de tus emociones, dales espacio a todas: Desarrollar la inteligencia emocional, también significa que, todas las emociones son adaptativas y necesarias para nuestra vida. Por tanto, dales espacio a todas y permítete pasar a la acción con tus emociones.
Recuerda, la inteligencia emocional es muy importante para tener una vida más feliz, se puede aprender y nunca es tarde un adecuado crecimiento personal.
“Porque es mejor vivir mejor”.
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